Daniela:
Desperté y tenía la cara pegada al vidrio de la puerta del taxi. Estábamos ladeados, como que a una llanta la levantaba algo y yo estaba junto a la puerta opuesta a donde me había sentado al abordar el vehículo, bueno también estaba en la parte levantada lo que me hizo imaginar que el auto dio varías volteretas y en una de esas me moví de lugar y contra la gravedad, así ha de haber estado de fuerte el zangoloteo.
Debía pues agradecer no haber resultado con golpes.Pero también todo se veía más grande incluso mi ropa. Mis pies se me salían con facilidad de los zapatos y al agarrar el calzado éste se veía enorme en comparación con mis manos. ¡Yo era la que me había hecho más chica!
Busqué un espejo, con más calma habría notado mi bolso en el piso del auto, en cambio vi a un niño durmiendo en el lugar del conductor, él también tenía puesta ropa más grande. El caso es que pase por encima del pobre muchacho para verme en el retrovisor.
Cuando me vi no lo podía creer. Grité horrorizada y desperté al niño. Éste somnoliento me miro y yo retrocedí arrinconándome junto a la puerta del auto. Buscaba como abrir y solo encontré los botones de la ventanilla la que baje para salir por ahí.
El lugar donde estábamos era terreno desnivelado como pensé. Sin embargo el coche se encontraba en perfectas condiciones, sí, el frente estaba destrozado tras golpear el muro de contención, pero ni señas de haber caído ahí y haber dado las mil volteretas que supuse.
Se escuchó el grito del niño. Éste salió por la otra puerta. Se veía como que estaba a punto de desmayarse, igual que yo, en una de esas me miró. Estábamos un tanto separados uno del otro, pero la necesidad de vernos una vez más en el espejo fue lo que nos hizo encontrarnos.
— ¿Tú eres el chofer?
— ¿Y tú eres la señorita güera?
Nos vimos por fin en el retrovisor. ¡Era increíble! Tenía yo la apariencia de una niña de 10 años, hasta el pelo largo que de grande me corte para verme más profesional ahí estaba. Él se veía como de 11.
Me senté en el pasto con la vista perdida, él hizo lo mismo pues sentí su espalda junto a la mía.
3 comments:
Ya leí los capítulos hasta donde van. Está ágil, pero siento que en algunas escenas falta descripción (por ejemplo cuando tu protagonista describe la escena del pasado y habla de subir a una casa... no se entiende de qué habla... ¿Subir a la casa? ¿Está en un árbol? ¿En una colina? ¿Las escaleras son muy altas o muy empinadas? ¿Por qué necesita de las hojas para subir unas escaleras comunes en todo caso?)
En otras escenas, siento que la descripción podría beneficiar el impacto. Como cuando la protagonista sale por la ventanilla del taxi. ¿No nota que la ventanilla está mucho más alta? ¿Que ella se siente más ligera (de hecho incluso debería sentirse fuera de balance por falta de pechos)? Y ya que está afuera, ¿cómo saltan en un momento a la conclusión de que el otro niño es la persona que iba con ellos? ¿Así sin dudar, sin una línea de pensamiento que lleve a esa conclusión, sin expresiones de asombro o miedo? Y luego la escena espalda con espalda... "lo sentí contra mi espalda." ¿Pero qué sintió? ¿Está pensativa? ¿Está enojada? ¿Por qué no hay una reacción cuando siente esa espalda extraña?
Bueno, es nada más mi opinión... y de hecho es la misma de siempre, pero en serio, si en guión es importante describir para que el dubujante sepa exactamente lo que quieres, en novela es más importante, pues no tiene la ventaja de las ilustraciones para proyectar las imágenes de lo que sucede en la escena y dentro de los personajes.
Ah, ¿y qué onda con las fotos de chicas antes de cada capítulo? Como que ni al caso. Digo, son bonitas y eso, ¿pero cuál es su objeto?
Además, en una de esas, uno se imagina las fotos de las historias rosas dentro de las viejas revistas para mujeres o peor, las que a veces acompañan a las historias eróticas o porno del internet. :p
Pues las fotos son porque desde que leí Drácula me he sentido atraído por el género epistolar, donde cada personaje cuenta la historia desde su punto de vista con el pretesto de que son diarios o cartas; en otra ocasión he visto que no se necesita justificar y solo se pone el nombre del narrador al principio, sobre esto digo me gusta no tener que justificar pero poner solo el nombre, luego tome en cuenta que estamos en tiempos de internet, foros y chats, donde se utilizan avatars para identificar al posteante; eso se supone que son las fotos avatars y sí ya después de tanto verlas se me imagina que es una novela rosa, lo cual no me parece tan malo, ahora que lo que dices que parece pornografía sí me asusta. Lo demás que dices me parece muy digno de tomarse en cuenta y creeme que así lo haré cuando reanude el proyecto. Por el momento te agradezco tus críticas tan instructivas y que digas que la narración es ágil pues mi preocupación es que fuera aburrida.
De nada. ;)
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