Thursday, March 31, 2011

¿Ya te buscaste entre las estrellas?


De niño me encantaban esas hipótesis que suponían una explicación extraterrestres para los grandes misterios del mundo, me fascinaba pues la idea de que seres del espacio habían construido las pirámides por ejemplo. Con ello la utilización de alta tecnología y de conocimientos que aún en la actualidad no tenemos, hasta me parecía la manera más lógica de pensar con tanta evidencia palpable; bastaba ver cualquier ídolo y ahí estaba la representación de un astronauta venido de otro mundo que había sido tomado por un dios. Creía entonces que así habían surgido las leyendas que en forma oral se transmitieron por generaciones para luego ser escritas cuando se tuvo la manera de preservarlas así; para llegar a nuestros días convertidas en cuentos, y bueno al fin de cuentas eso es lo que son.

Porque los extraterrestres en sus ovnis no parecen ser más que otro mito, iguales a los que han pretendido suplir; si no es así ¿Por qué no hemos visto en el cielo astronaves tipo El Día De La Independencia? Si es más fácil que nos convenzan a los escépticos, volando estos aparatos sobre ciudades a la vista de todos, pero naves no simples luces, pues de lo obvio no podemos ya negar; en cambio los entusiastas del fenómeno a ellos sí esta difícil hacerlos dejar de creer.

Pero bueno está entrada no es para ese fin, sólo quise establecer mi postura que es la de no creer en el fenómeno aunque de niño sí, que así que de chamaco me leí cuanta revista y libro del tema caía en mis manos; que aún le tengo aprecio al documental La Nave De Los Dioses por acercarme a algo que todavía considero valioso, la arqueología.

Así que gracias a esa película, libros, revistas y programas que trataron el tema de “nuestros orígenes extraterrestres” es que conocí las grandes maravillas que en la antigüedad se hicieron, es que si bien todavía no nos explicamos cómo fue qué se realizaron al quitar la explicación de los platillos el misterio se hace más grande; eso sí es tan válida la explicación de visitantes de otros mundos como decir que fueron las hadas o los magos, hay lugar para todos los sueños y no dudo que se formularan en un futuro más teorías mágicas que se pondrán de moda como en su momento estuvieron los marcianos.

Ahora que la vida extraterrestre es un hecho comprobado, se sabe ya que asteroides venidos de Marte han traído con ellos microorganismos que no sólo han soportado el viaje sino que prueban que no estamos solos; nada más que me extraña el silencio de los entusiastas ¿No deberían estarnos gritando orgullosos: “Te lo dije”? ¿O es que están decepcionados porque el visitante de otro mundo no es la punta de la escala evolutiva que tal vez él mismo habría iniciado diseñándonos? ¿Acaso sienten destrozados sus sueños porque el constructor de pirámides resulto ser un ser que no fabricó siquiera el medio en el que vino a nuestro mundo sin proponérselo siquiera?

Vamos no sean tan mal anfitriones con nuestros huéspedes que ya bastantes penurias pasaron en el vacío cósmico y la entrada a nuestra atmosfera para que los tratemos como microbios, bueno eso son pero por eso es más grande su hazaña que la de seres con toda la tecnología; esos que supuestamente todavía vienen se entretienen un poco, y ya cuando tienen el corazón e incluso las almas empeñadas de los habitantes de este mundo, entonces se van porque somos poca cosa para ellos.

Algo tenemos que aprender de estos microbios marcianos y es que ellos no nos ven como seres superiores ni nos hacen rituales por eso; vamos incluso deberíamos desempolvar esa teoría que propone como el origen de la vida en la tierra a pequeños seres como estos, pues que honor tener antepasados que sortearon las pruebas más terribles.

Pero aunque no fuera cierta esta teoría nuestro origen extraterrestre sí es un hecho pues el polvo del que se formó nuestro planeta y por ende nosotros vino de muy lejos; de supernovas que estallaron hace millones de años, tantos que su luz todavía sigue viniendo a nuestros ojos y que son las estrellas que por las noche vemos. Las que murieron para convertirse en nosotros.

Pedro.

Tuesday, March 01, 2011

Una cita para el fantasma (fragmento).


A simple vista lo que sobresale son los palos de una cerca ya extinta, pero hay también algunas flores y por eso es por lo que a ese sendero lo llaman el jardín; en ese camino desierto Judith y Edith van echando carreras cual gacelas, pero de pronto llueve apagando la polvareda de las niñas más no su entusiasmo.

Pasan cerca de la vieja casona y su techo es lo primero que ven; Judith es puntera en la justa que sostienen las hermanas y como la ruta no está establecida, son sólo unas carreritas, ella utiliza su delantera para hacer que ambas se dirijan hacía a ese lugar tenebroso.

Edith no tarda en notar la siniestra reja y que están yendo a la casa embrujada, respondiendo entonces a su miedo es que se detiene abruptamente; pero el lodo que hay hace que se resbale, afortunadamente casi nadie ve cómo cae en el barro.