Friday, November 17, 2006

BUSCANDO RECETAS

No hay tal, existen teorías muy recomendables para escribir historias pero un HÁGALO USTED MISMO es fantasioso; pero pues ustedes ya se darán cuenta de como me gusta contrariar las reglas y pues les comparto mis jugarretas solo bajo advertencia de NO LO HAGAN EN CASA.

Desde que vi Indiana Jones y El Templo de La Perdición note que aunque el género de aventuras predominaba en la historia había otros géneros también incluidos como por ejemplo un poco de terror, un poco de romance, mucho suspenso, mucha acción, etc.

Así que una manera de enriquecer las historias sería dotándolas de pequeñas cantidades de otros géneros aparte del designado para ésta, la pregunta que por mucho tiempo me he hecho es cual es el orden adecuado y creo que este sería tema para otro post, por lo pronto daré cuenta del primer experimento que hice utilizando una lista de géneros, la historia es la de Cazadores De Lobos ubicada en este mismo blog el 3 de Octubre bajo La tremenda Valkyria de la que también quiero hablar después.

He aquí la lista de géneros empleada.

Aventura.
Suspenso.
Comedia.
Drama.
Misterio.
Romance.
Intriga.
Acción.
Terror.

A los que agrego también un par de giros.

Giro interesante.
Giro inesperado.

Sobre el giro interesante algunos pueden objetar que más bien sería más correcto acción o clímax y tal vez tengan razón pero mi intención es dejar los rodeos a un lado y adelantar la historia en base a lo ya expuesto pero tampoco tendría que ser el clímax precisamente. Viéndolo bien tampoco sería un giro.

Como ven es defectuosa la lista pero como les digo fue la primera que elaboré y algunas muy parecidas he estado utilizando por años; otra cosa que tengo que decir acerca de esta lista de elementos es que son solo sugerencias y que yo decido finalmente si las empleo, además que juego más a interpretar la sugerencia que a una calculada y científica utilización de la misma.

Así teniendo pues pensada la premisa de la historia de un joven que sale a acampar y de pronto cuando regresa de recoger ramas para la fogata oye un ruido en su tienda y al revisarla le sale un lobo que lo muerde al tiempo que él se convierte en lobo por efecto de la luna llena, como entonces pensaba escribir una serie larga este joven se encontraría mucho tiempo después con una cazadora de hombres lobos que al principio querría cazarlo pero que terminaba involucrándose sentimentalmente con él; como ya expliqué el proyecto se quedo apenas con el origen de las transformaciones de nuestro héroe. Ahora veamos como agarró forma de acuerdo a la aplicación de la lista de elementos:

AVENTURA: esto me sugirió la exploración de lugares por eso aludo el bosque de noche.

SUSPENSO: es no saber que va a pasar y por ello agregué la situación de que ya había otros exploradores acampando ¿Serán amistosos o no?

COMEDIA: hay relax cuando los campistas se muestran amigables.

DRAMA: relatan estos campistas su tremenda misión, originalmente no había estos cazadores de lobos aunque Isabel aparecería muchísimo más tarde relatando que a su padre lo mato un hombre lobo.

MISTERIO: pareciera que hay un hombre lobo en la cercanía pero ¿Por qué desaparecen sus huellas?

ROMANCE: aparece la bella Isabel y da su versión de lo que ocurrió con las huellas de lobo. Como ya expliqué originalmente ella no estaba en la excursión de nuestro amigo.

INTRIGA: los cazadores se ponen de acuerdo a escondidas de los jóvenes para atrapar a su presa.

ACCIÓN: los jóvenes se dan cuenta de que algo está pasando.

TERROR: descubren la terrible escena de los cazadores muertos.

GIRO INTERESANTE: aparece el hombre lobo y muerde al muchacho.

GIRO INESPERADO: Isabel mata al hombre lobo y como el muchacho se ha transformado también está a punto de eliminarlo pero no lo hace.

Así fue pues como concebí esta historia, el primer experimento por seguir una lista de elementos, lista que he ido perfeccionando a lo largo de los años y también con el tiempo he mejorado mi resolución de estos mismos elementos. Pero esa es otra historia.

Sunday, November 12, 2006

CUANDO SE PATEA AL MUERTO

Iniciando con esta serie de desvarios en torno a las fuentes de inspiración de un servidor les comparto cuando participé en la dinámica de Visiones Navidad entonces se me pidió una historia deprimente y a mi mente llegaron como soplo de las musas un comentario radiofónico y dos libros.

El comentario fue sobre la situación patológica denominada Patear El Muerto: tal acción extrema a la que un pobre desequilibrado puede llegar parte de una situación muy común, la dependencia afectiva, es pues que alguien este unida a otra persona de una forma inmadura, tan así que a veces se sienta afectado, menos preciado y hasta traicionado si la persona a quien dice tenerle todo el amor del mundo no responde a sus expectativas de satisfacer sus necesidades como ser incapaz de enfrentar el mundo; el extremo de tal dependencia es cuando la persona de la que el otro sujeto depende no solo no quiere acceder a sus demandas sino que no puede o es imposible como cuando este ser requerido ha muerto, pues ya no podrá solo actuar a su conveniencia sino que al no existir no podrá tampoco culparlo de sus problemas, por eso lo de patea su cadáver porque se atrevió a morirse dejándolo tan inútil como siempre lo ha sido pero ahora sólo.

Siguiendo con la descripción de las fuentes de inspiración que las musas tuvieron a bien regalarme hablaré ahora de los libros y estos fueron Podemos Construirle de Philip K. Dick y El Llano En Llamas de Juan Rulfo,

Podemos construirle narra como una compañía da un giro en la fabricación de aparatos electrónicos, teclados principalmente, para entrar a la robótica, al diseño y manufactura de androides. En este escenario el protagonista un ejecutivo de la empresa y la hija del dueño tienen una relación curiosa, ella se convierte en contraria a los intereses de éste e incluso a los de su padre al aliarse con el enemigo, un dueño de un monopolio que se roba el proyecto de los androides; sin embargo esta mujer cambia constantemente de enemiga a indefensa criatura que busca la protección del protagonista quien no puede negarse a ser ese hombro sobre el que ella llora aunque después vuelva a su actitud malsana en algo que termina siendo un juego perverso. El hombre para curar el estado depresivo que le causa la extraña actitud de ella va a ver a un psiquiatra que le advierte de el magna mather, es decir la adoración de la figura femenina al grado de la divinización; la terapia recomendada en una clínica es la de entrar a una realidad virtual y ahí enfrentar una representación de la chica hasta mejorar sus relaciones, así nuestro amigo se somete a este procedimiento donde ve con toda claridad a la chica que ha llegado a idolatrar y con ella tiene conversaciones que van desde la discusión violenta hasta la platica calmada; hasta ahí todo está bien hasta que el protagonista ve a la chica en la clínica, resulta pues que no era realidad virtual sino que realmente estuvo con ella y que de verdad mejoraron sus relaciones, por ello y porque están en la clínica por su voluntad es que él sugiere que salgan y vivan juntos, ella acepta y él arregla su salida pero entonces ella se niega a irse con él pues no se siente bien todavía. Fin.

De El Llano En Llamas antes que su contenido tengo bien fijo en la mente el prólogo que El fondo De Cultura Económica adjunto en la edición de bolsillo, ahí decía que los cuentos parecían diálogos que alguien estuviera condenado a repetir, a lo que agregaría que muchas veces más que diálogos parecen monólogos pues luego no hay la tan esperada respuesta. De entre estos cuentos destacan por su intensidad el de ¡Diles Que No Me Maten! y ¿No Oyes Ladrar Los Perros! El primero es De un hombre que cuenta porque se aferra tanto a la vida no tanto como instinto natural sino como último valor entre sus incontables miserias y el diálogo final acerca de los agujeros por tantos tiros de gracia que le dieron recalca hasta que grado en verdad quería seguir viviendo. El segundo es de un hombre que recoge a un hijo malherido por sus malos pasos y mientras lo lleva al pueblo le reprocha la decepción que le causa y es ese constante ¿No oyes ladrar los perros? La información que el padre necesita para saber si el pueblo ya está cerca como el pecho del joven le tapa las orejas espera que él si oiga, solo para que al bajarlo y oír que sí ladran los animales tener entonces una decepción más.

Estos son pues los ingredientes que tuve a disposición para crear la historia: la acción de patear al muerto no en toda su crudeza sino desmenuzada la información que da a lugar a tal hecho, la dependencia afectiva; podemos construirle de donde extraemos la relación de los protagonistas, el juego perverso y la divinización de la figura femenina, pero situada en un contexto más común; el llano en llamas de donde sacamos la estructura de diálogo-monologo que al final pondera los elementos expuestos al llevarlos a su extremo, o sea las razones por las que se patea al muerto nos llevan a eso a patear al muerto aunque no sea en todo su sentido literal.

De ahí que se me ocurre la historia de un hombre engañado cuya mujer adultera se encuentra grave en el hospital y es ahí donde él le recrimina su traición a la vez que confiesa cuanto la ha idolatrado; en este punto quise hacer una oda romántica pero enfermiza solo que no cuajó, tuve que usar del cliché de que todo mundo sabía de las andanzas de la adultera menos el marido para derivarlos del acto de idolatría y solo la frase donde él menciona que el cariño mostrado por ella fue “la mentira perfecta” es la que siento mejor lograda y de hecho me gusta bastante.

Fue necesario también dar un poco de esperanza, como en los olvidados donde parece que el niño en el reformatorio es por fin comprendido y al final el destino le da un tremendo revés, en este caso dar la apariencia que hay la oportunidad de arrepentimiento del hombre por las crueles verdades vertidas pero el final recalca que por el contrario lo que el protagonista siente es no haber sido escuchado y por tanto sus palabras no haber tenido efecto en la recriminada.

Finalmente el nombre Demasiado Tarde es algo que se entiende desde el principio que ya es demasiado tarde para todo pero no se dice específicamente para qué hasta el último diálogo.

LOS PROCESOS CREATIVOS EN MIS HISTORIAS

Algunas personas me han preguntado que como fue que se me ocurrió tal o cual historia y pues me agarran casi siempre en frío porque cuando estoy embebido en el proceso creativo les echo un rollo que luego dicen que es mucho más grande que el cuento.

En todo caso si alguien de veras se interesa por saber como mi loca cabeza elucubra las historias he decidido iniciar una serie de textos que podrán consultar pero bajo la advertencia que será solo para que puedan saciar su curiosidad y no para que se tome como un manual de procedimiento narrativo que para eso hay muchos y muy buenos.

Sunday, November 05, 2006

Cumpliendo Deseos

Ariadna es un hada en su primera misión. Como es sabido las hadas se dedican a cumplir deseos a aquellos que lo necesiten. Por eso Ariadna busca a un mortal que requiera de sus servicios.Es la primera vez que conoce el mundo de los humanos. Es bonito pero no se compara con el de las hadas. Allá hay dorados castillos sobre las nubes y las estrellas están al alcance de la mano; con ellas se fabrican los instrumentos mágicos con los que se harán realidad los sueños.El artefacto que ella utiliza es un medallón de zafiro con cadena de oro. Se lo regalo su madre cuando cumplió la edad suficiente para bajar al mundo y ser bienhechora de los mortales.La verdad es que hace cien años que Ariadna debió de haber empezado a hacer el bien, pero no se sentía segura de incursionar en este mundo desconocido para ella. Pero ahora sí que esta dispuesta a realizar su labor de hada.Después de dar un paseo de aclimatación nuestra amiga empieza a ver que la mayoría de la gente esta muy sería, seguramente no es feliz, así que tendrá mucho trabajo por hacer. ¿Pero por donde empezar?.Sobrevuela en estado de invisibilidad un barrio de pequeñas casas cuando escucha un llanto.— Creo que aquí me necesitan. — Ariadna desciende y entra por la ventana.Dentro de aquella casa esta una niña que llora desconsolada. El hada comienza a hacerse visible frente a la sollozante criatura. La jovencita se sorprende ante aquella fantástica aparición.— ¡Dios mío! ¿Quién es usted? — Inquiere la niña asombrada pero de todas formas triste.— Querida niña tus penas han terminado. Soy un hada y te cumpliré un deseo. — Anuncia Ariadna segura que con esa noticia la pequeña se contentara.— ¿De veraz cumplirás lo que te pida? — Por fin la chiquilla se ha alegrado.— Sí. ¿Qué es lo que deseas?— ¡Quiero encontrar a mi hermanita!— ¿Qué? ¿Encontrar a tu hermanita dices?Ella esperaba que le pidiera joyas, un bonito vestido, asistir a un baile, conocer a un príncipe etc. algo que pudiera cumplir.— ¿Qué le pasó a tu hermana? — Acierta a preguntar el hada.— Tiene días que no sabemos de ella.Ariadna pone atención en la descripción de la niña extraviada, tiene seis años, se llama Eva y es muy bonita. Entonces se le ocurre un plan. Como lo más seguro es que alguien la haya raptado, ella podría convertirse en niña y servir de señuelo para descubrir a los secuestradores y obligarlos a revelar el paradero de la niña.Pone pues en marcha su idea. Transformada en chica se interna en la calles. Camina durante un rato y recorre la ciudad. En su caminar llega hasta un barrio de lo más miserable.Ahí, mucha gente pide limosna.— Quisiera ayudar a estas pobres personas, pero ahora no puedo descubrirme , tendrá que ser después. — Piensa Ariadna conmovida de tanta miseria humana.— ¿Qué nadie piensa raptarme? — El hada empieza a desesperarse un poco.Ella no lo ha notado pero alguien la sigue desde retirado. Es una corpulenta mujer que de pronto corre y se avienta sobre ella cubriéndole la boca.— ¡Quieta chiquilla y no te pasará nada! — Amenaza la secuestradora.— ¡Por fin has aparecido! — Ariadna no esta asustada pues sabe que puede volver a ser hada y darle su merecido a esa malvada.Sin embargo al convertirse en niña le es difícil volver a tomar su real apariencia.— ¿Pero que tenemos aquí? — La despiadada mujer ha encontrado algo entre las ropas de Ariadna.— ¡Mi medallón no, así no podré usar mis poderes! — Ahora sí que esta espantada nuestra amiga.Sin su artefacto mágico Ariadna no podrá volver a ser hada y estará desprotegida.Así la ahora humana, es subida en una camioneta y llevada fuera de la ciudad. Su destino es una vieja casona fuera de la ciudad. Ahí se encuentra con otros infantes que han sufrido el mismo destino que ella.Todos los cautivos se encuentran cosiendo prendas de vestir. Y a Ariadna se le asigna un lugar entre las labores.— ¿Conocen a una niña llamada Eva? — Les pregunta a los chicos después de un rato.— Sí, es esa que esta ahí. — Responde un muchacho llamado Rubén quien señala hacía un rincón en el que esta una bella jovencita.— ¿Saben qué? Todos podemos salir de aquí si me ayudan.— ¿Pero adonde iríamos?— ¿Como qué adonde? ¡Pues a sus casas!— Nosotros no tenemos casa, somos huérfanos, vivimos en la calle y aquí por lo menos tenemos techo y comida.Ariadna no puede creer que aquellos niños no tengan algo mejor que esto.— Bien pues voy a tener que revelarles mi secreto, yo puedo resolver sus problemas pues soy un hada.— ¿Sí? Pues yo soy el señor arenero.— ¡Qué bueno, así entre los dos podremos hacer algo!— ¿No entiendes que me estoy burlando de ti tonta?— ¡Les digo la verdad, soy un hada!— Yo sí te creo. — Expresa la tierna Eva que se ha acercado y escuchado todo. — Por favor has que vuelva a mi casa.— Está bien nosotros también te creemos, eres un hada. ¿Ahora que tal si nos sacas de aquí y nos das mucha plata? — Ironiza Rubén.— No puedo hacerlo si no recupero antes mi medallón.— ¿Tu medallón?— Sí, el que me regalo mi mamá.— ¡Ah que ternura, a la hadita su mamá le regalo un medallón!— Así es y con ese medallón podré restaurar mis poderes mágicos.Con excepción de Eva ninguno de los niños cautivos ha tomado en serio a Ariadna.— Hey escúchenme chicos. — Rubén habla en susurro con los demás. — Esta claro que esta chica está bien loca, pero quizá ese medallón que dice que quiere recuperar es real, que tal si le ayudamos y luego nos lo quedamos. Algo nos podrían dar por él.— Esta bien hadita. ¿Cual es el plan? — Los chicos se dirigen a Ariadna.— Primero tienen que darme información sobre este lugar, por ejemplo: ¿Donde guarda la secuestradora las cosas de valor?— No creo que haya en este mugrero algo de que sea valioso, pero si lo hubiera doña Luisa (así se llama la secuestradora) seguramente lo metería en el baúl de su alcoba.— ¿Y esta mujer trae siempre consigo la llave?— Así es, pero nosotros somos expertos en forzar cerraduras.— ¿En que momento podríamos entrar a su habitación?— Podría ser esta noche, ya que doña Luisa tiene que salir hoy a entregar la mercancía que nosotros hacemos.— Bien, entonces aguardemos a que se haga de noche.— Espera, la cosa no es tan fácil; doña Luisa siempre que sale deja a un hombre llamado Jacobo para que cuide que no nos escapemos. Él se coloca en la puerta que da a la calle, desde ahí podría vernos cuando nos dirigiéramos hasta ese cuarto.— ¿Cual es la habitación de doña Luisa?— Es subiendo las escaleras la primera a mano derecha.Ariadna se pone a pensar un poco.— ¡Ya se! — Exclama al fin. — ¡Podríamos agacharnos y cubrirnos con el barandal!— Podría ser pero todas las noches nos encierran a todos en el cuarto que esta exactamente en la parte contraría de las escaleras, ahí no hay barandal para escondernos.— Tal vez lo podríamos distraer mientras nos ocultamos.— ¿Y como haríamos tal cosa?— Pues tenemos de aquí a la noche para pensar algo.Tal y como predijeron los niños, doña Luisa se prepara a salir. Jacobo lleva a los cautivos al cuarto. En aquel lugar no hay ventanas ni lamparas así que se encuentran en completa oscuridad.Entonces los chicos ponen en práctica su plan. Jacobo esta sentado frente a la salida según lo previsto. De pronto se escucha un fuerte gong.— ¿Qué sucede ahí? — Les grita Jacobo.Al no escuchar respuesta el tipo sube. Abre la puerta del cuarto pero por lo oscuro no puede ver nada. Enciende una pequeña lampara.— ¡Mocosos salgan! — No se escucha ningún ruido.Entonces el individuo se introduce en la habitación que parece estar vacía.— ¡No intenten nada o les pesará!La linterna que trae consigo ilumina la desolada habitación en la que aprisionan a los pequeños.— ¡Ya se en donde se esconden! — Exclama mientras se dirige al ropero, mueble que abre para encontrar ahí a los niños.— ¿Acaso creyeron que podían engañarme? — Pero al verlos nota que no están todos. — ¡Un momento aquí falta la chica nueva y el muchacho más grande!— ¡Aquí estamos! — Gritan Ariadna y Rubén que se encuentran arriba del ropero sosteniendo un enorme gong.Ambos se precipitan sobre Jacobo golpeándolo con el instrumento y dejándolo inconsciente. Con el guardián fuera de combate los chicos se dirigen al cuarto de doña Luisa.El cerrojo de la puerta no ofrece mucha resistencia para la barreta y las mañas de Rubén. Sin embargo el candado del baúl parece estar más duro. Pero con mucho esfuerzo y paciencia por fin cede.— ¡Busquemos mi medallón! — Indica Ariadna.Mientras tanto Jacobo se ha recuperado.— ¡Me la pagaran esos infelices! — El cómplice de la secuestradora esta bastante enojado.Ajenos a la amenaza que se cierne sobre ellos los muchachos siguen buscando el medallón de Ariadna.— ¡Aquí no hay nada, todo es pura basura! — Expresa Rubén completamente decepcionado.— ¿En qué otro lugar guarda doña Luisa sus cosas? — Inquiere la ex hada.— ¡En ningún otro lado lo que creo es que ese medallón es otra de tus fantasías! — Rubén esta enfadado con Ariadna.— ¡Ssshh!. ¡Escuchen eso! — Advierte la pequeña Eva!Es Jacobo que se ha dirigido a la puerta creyendo que los niños intentarían abrirla. Como ve que no ha sido así sube a la alcoba. Y como lo había imaginado la ventana esta abierta y las sabanas amarradas en forma de soga.Abajo ve a los chiquillos correr. Ariadna lleva de la mano a Eva.— Te regresare con tu hermana. — Le promete aunque no deja de preocuparse por su medallón.— En el establo hay un caballo en él podemos ir a la ciudad. — Sugiere Rubén.Rápidamente llegan al establo pero dentro encuentran a Luisa.— ¿Adonde van a esta hora niños? Pregunta la malvada mujer.— ¡A recibir un castigo supongo! — Es Jacobo que tridente en mano cubre cualquier escapatoria.— ¡Creo que podemos empezar contigo! — Luisa toma a Ariadna con una mano y con la otra sostiene un fuete.Los demás niños no pueden hacer nada. Pero la ex hada forcejea y la villana cae y ambas ruedan en el suelo.— ¡Me las pagaras chamaca del demonio!Entonces el medallón de Ariadna se resbala de entre las ropas de Luisa y la ex hada lo toma.Ariadna empieza a resplandecer con un brillo cegador. La secuestradora se le retira. Jacobo también queda atónito. Ariadna recupera luego su forma de hada. Así el fuete de Luisa se alarga y como si tuviera vida amarra a la malvada. Algo similar pasa con el tridente de Jacobo.Todos los niños la ven maravillados.— ¿Ven como no les mentí? — Hace notar a los pequeños.— ¡Yo siempre te creí cuando decías que eras un hada! — Afirma la pequeña Eva.— ¡No olvides que hicimos un trato!. — Le recuerda Rubén.— Es cierto. — Reconoce el hada.Ariadna los envuelve en una constelación de luces y después todos vuelan fuera de ahí. Los malos también vuelan pero a la cárcel.— ¡Que raro, pense que esta celda estaba vacía! — Es el carcelero que nota que los secuestradores están encerrados. — ¡Pero si son ustedes, que bueno que los atraparon!Ariadna y los niños descienden cerca de la ciudad.— ¿Complacidos? — Pregunta el hada.— ¡No, yo me refería a la plata! — Aclara Rubén.— ¡Esta bien, ahí la tienen!Una lluvia de monedas cae en ese instante y los pequeños se vuelven locos de alegría.En la casa de Eva, su hermana sigue triste preguntándose si la aparición del hada no sería sólo un sueño.— ¡Edea hermana, aquí estoy! — Es Eva que entra por la ventana junto con Ariadna.— ¡Eva, hermanita has regresado que felicidad!.— ¡Tu deseo se ha cumplido! — Recalca satisfactoriamente el hada.Durante su vuelo Ariadna puede ver la cara de alegría y de agradecimiento de las dos hermanas que la despiden.Desde ese día el hada Ariadna anda entre los mortales concediendo deseos a quien lo necesito. ¿Requerirías tú de sus servicios?

Exterminando Dragones

—…Y era el dragón más temible al que me había enfrentado en toda mi vida, aún recuerdo sus enormes ojos rojos y esa flama infernal que emanaba de sus colmilludas fauces… ¡Slurp! — El viejo Xoldamedup dio un sorbo a su tarro antes de proseguir con su relato.— ¡Ya don Xolda, como le gusta hacerla de emoción! — Sus oyentes suelen de vez en cuando impacientarse pero aún así no pierden detalle de estas narraciones.— ¡Ah, que rico es este vino! ¿En qué me quede?— ¡No le digo, pues en que estaba muy grandote y muy fiero el dragón ese que rapto a la princesa!— Ah sí cierto, pero yo ya tenía una larga experiencia en matar dragones, así que sabía que debía clavarle la lanza exactamente en el corazón; sin embargo este monstruo resulto ser diferente a cualquier otro que hubiera combatido antes…— ¡Hola don Xolda! ¿Sigue contando sus historias? — Un joven caballero conocido del anciano es el que lo interrumpe.— ¡Ederón, muchacho qué gusto! ¡Anda siéntate para que escuches también el final de esta aventura!— ¡Como no, será un placer! — El recién llegado había crecido escuchando las hazañas del anciano y las seguía oyendo con el mismo gusto de la primera vez.— Bueno como les iba diciendo este dragón era especial pues cuando le clave la lanza, la tomó con su hocico y se la desencajo. Afortunadamente quedó lo bastante malherido como para no poder perseguirnos. Y así fue que salve a la princesa.En eso llegaron al mesón Fusseck un caballero bravucón y su escudero Cidimo.— ¡Hey preciosa! ¿Por qué no me acompañas un ratito? — El caballero jalonea de manera muy brusca a la mesera.— ¿Pero qué te has creído? ¡Suéltame que me lastimas! — Protesta la muchacha.— ¿No oíste qué la sueltes? — Es Ederón el que reacciona enérgicamente ante las malas acciones de Fusseck.— ¿Quién se atreve a decirme eso? ¿Tú?. ¡A ver repítemelo!.— ¡Por supuesto si así lo quieres!. ¡Suéltala!.Él infame individuo aparta de su lado a la chica, casi aventándola. Los dos caballeros se encuentran frente a frente y a punto están de desenfundar sus espadas.— ¡Bah, no me manchare las manos con un campesino disfrazado de guerrero!. — En realidad Fusseck siente temor ante la actitud desafiante del valiente joven.— Ven hijo, no vale la pena. — Lo convence el viejo Xoldamedup.Más tarde los dos amigos se encuentran en el establo en donde don Xolda trabaja atendiendo a los caballos. Entonces escuchan una pequeña voz.— ¡Xoldamedup, Xoldamedup necesitamos de su ayuda!. — Se trata de un enanito de las montañas.— ¿Me necesitas a mí?. — Inquiere el viejo mientras Ederón se encuentra preso de azoró ante la extraña criatura.— Sí Xoldamedup, porque usted ha sido el único humano que nos ha ayudado cuando lo hemos necesitado.— ¿Qué ocurre en su montaña?.— Un temible dragón seguido viene y devora nuestras cabras, si sigue así acabara con todo nuestro ganado.— ¿Pero yo qué puedo hacer?. ¡Mírame, ya no soy el de antes!.El enanito se queda pensativo y triste por un momento.— Yo mataré a ese dragón. — Se ofrece Ederón.— ¿Crees poder hacerlo?. — Inquiere Xoldamedup.— Por supuesto, usted me ha enseñado que a los dragones se les extermina atravesándoles el corazón con una lanza y yo tengo muy buena puntería.De esa manera Ederón y el enanito se ponen en camino a la montaña. Pero ellos no saben que Cidimo quien desafortunadamente pasaba por ahí, escucho todo y ha ido a contárselo a su señor Fusseck..— ¿Así que van a la tierra de los enanos?. ¿Sabes?. He oído decir que esos seres guardan una gran cantidad de joyas. Y si los seguimos nos podríamos hacer de un gran botín. — El perverso caballero esta decidido a llevar a cabo sus siniestras intensiones.Ignorando que son seguidos por aquellos maleantes. Ederón y el enanito cabalgan por un sendero secreto que les permite escalar la montaña sin dificultad. Llega el momento en que el joven decide bajar de su cabalgadura para estirar las piernas, entonces es atacado vil y traicioneramente, por Fusseck con un enorme mazo.— ¡Por piedad no lo maten es sólo un niño!. — Implora el enanito para que el malvado no le encaje la espada.— ¡Esta bien pero nos vas a llevar a tu aldea!. ¿Entendido?. — De esta manera Fusseck convence al pequeño ser.Después hace rodar por la pendiente al inconsciente joven. El grupo continua el camino. El despiadado caballero sólo piensa en las joyas que le esperan.Mientras tanto otros enanitos que han presenciado el terrible acontecimiento escondidos tras un árbol, se acercan a auxiliar a Ederón. Al parecer el golpe fue muy fuerte pues no despierta.Sidva la yegua del incipiente guerrero paso desapercibida durante el ataque a su amo. Una joven enanita monta la noble bestia y parte en busca de ayuda.Horas después Xoldamedup se encuentra cepillando caballos y recordando aquellos viejos tiempos en que vivió grandes aventuras. Cuando era joven y lleno de grandes ímpetus, no el vejestorio que es ahora.— ¡Xoldamedup, Xoldamedup!. — Se volvió ha escuchar una vocesita como la de la mañana, sólo que más delgada.— ¿Otro enanito?. — Se pregunto más intrigado que antes.Así la enanita lo puso al corriente de la tremenda situación.— ¡Alguien tiene qué hacer algo!. — Clamaba la pequeña criatura.— ¡Pero yo no puedo hacer nada!. ¡No soy más que un viejo!.— ¡Es Xoldamedup!. ¡El gran caballero que defiende las grandes causas!.— ¡No, lo fui hace mucho tiempo; ahora vivo mis últimos días y quiero vivirlos en paz!.— ¡No es cierto, usted no es así!. ¡Se muere por volver a cabalgar, por alzar su lanza y por vencer al mal!.— ¡Calla, calla por favor!.— ¿Acaso ha cambiado tanto?. ¿No le conmueve nuestra trágica situación?. ¿Ya es como el resto de los hombres a los que no les importamos?.— ¡No digas eso, claro que me preocupan ustedes!. ¡Pero no puedo hacer nada!. ¡Nada!.— ¡Hágalo por el muchacho, él no podrá sólo contra esos malvados!. ¡Él lo necesita!.Entonces Xoldamedup recordó a Ederón cuando desde pequeño se sentaba junto a él para escuchar sus historias. De como desde entonces aquel niño le manifestaba sus deseos por ser caballero.Pero el viejo lo disuadía de tal propósito pues no quería que aquel pequeñín terminara como él. Sólo.Este gran héroe nunca se procuró una familia y un hogar. Esto temiendo a las represalias que sus múltiples enemigos tendrían en contra de sus seres queridos. Por eso no debía pasarle lo mismo a Ederón.Pero aquel chico siguió terco en su objetivo. Fue el más diestro en la academia de guerreros y Xoldamedup se sintió orgulloso al verlo triunfar en las justas.Si a alguien ha querido en este mundo ha sido sin duda a este muchacho que ha seguido sus mismos pasos.La enanita interpreto el silencio del viejo como el no definitivo. Agacho la cabeza y se dirigió a la puerta.— ¡Espera un momento!.El viejo Xolda camina hasta el último separador del establo, el cual se encuentra cerrado con un candado y al parecer sin ningún caballo dentro. El anciano se descuelga la llave que traia como collar y abre la misteriosa puerta.La enanita no puede evitar sentirse emocionada al ver lo que ahí se guarda: Es la armadura, el escudo y las armas del gran Xoldamedup.— ¡Como extrañaba esta segunda piel!. — Exclama mientras se ajusta las heroicas vestiduras que ahora le quedan grandes.Después monta junto con la enanita, a Emín un brioso corcel. Así Xoldamedup cabalga una vez más.Parten ya oscurecido y llegan a su destino junto con el alba. Ederón ya se ha recuperado y se asombra de ver al viejo Xolda en su flamante armadura. Ambos escuchan los informes que los enanitos traen desde la aldea.— Fusseck y su escudero Dirimo fácilmente han tomado dominio de nuestro pueblo, pues como todo mundo sabe los enanos somos gente pacifica. Han saqueado el tesoro de nuestros ancestros y pretenden obligar a un contingente de nosotros a que lo carguemos. Enterados de que prevemos un próximo ataque del dragón no quieren que esto acontezca mientras cargan con el botín, por eso esperan a que venga y se valla para que ellos puedan partir después.Más tarde en la plaza del pueblo los maleantes están esperando a que pase el monstruo. Saben que ese es el lugar más seguro pues el dragón se ira sobre los rebaños en los pastizales o en los corrales.Nuestros amigos se acercan escondiéndose entre las pequeñas casas.— Vamos linda, dame un besito. — Es el malvado Fusseck que molesta a las enanitas ante la impotencia de los demás indefensos seres.— ¡Pero qué tipo tan repugnante!. — Exclama Ederón impaciente por darle al villano lo que se merece.Por fin Fusseck suelta a la enanita que llorando huye hasta un rincón.— ¡Es el momento, vamos por esos canallas!. — Grita el anciano caballero.— ¡Ahora verán malditos!. — Lo secunda su joven aliado.Sin embargo Xoldamedup se atrasa, su armadura esta vez le resulta muy pesada.— ¿qué?. ¡Ah pero si son los bufones del mesón!. ¡Les enseñaré a no meterse en mis asuntos!.Se da entonces aquel duelo. Ederón pelea con valentía superando en mucho al malvado caballero. Pero aunque Xoldamedup también hace acopio del valor que le dio fama, su cuerpo no le responde y le es arrebatado su hierro en un entrecruzamiento con la del escudero.Ederón que estaba por ganarle a Fusseck, advierte que su héroe esta en problemas.— ¡Bien hecho Cidimo!. ¿Como la ves?. ¡Ríndete o el viejo tendrá su última aventura!. — Amenaza el cruel Fusseck.— ¡Ja ja ja, le gane al gran Xoldamedup!. — Ríe el escudero.— ¡No lo hagas, no te rindas!. ¡No importa lo que me pase, al fin que yo ya estoy viejo!. ¡Hijo tienes que cumplir con tu deber de caballero!. —Ordena el héroe con la espada en el cuello.Ederón se encuentra ante una difícil situación. Escucha las palabras del viejo sin descuidar a su enemigo y con la espada en guardia. Finalmente la baja.Ambos son colocados junto a los demás rehenes que han perdido toda esperanza.— ¡Lo siento le he fallado!. — Se lamenta el joven.— No tienes de que avergonzarte, en tu lugar yo hubiera hecho lo mismo!. —Revela el viejo.— ¡Mi señor vea esto!. — Es el escudero que observa a lo lejos.— ¿Pero qué demonios es eso?. — Exclama Fusseck lleno de asombro.Es el dragón pero esta vez no busca cabras sino a los enanos a los cuales persigue.— ¡También nosotros corremos peligro pues somos más grandes y apetitosos!. — Reconoce Fusseck. — ¡Carga con las joyas que puedas y a escapar!.Mientras los maleantes huyen Ederón va en busca del caballo para hacerle frente al monstruo. Antes alcanza a voltear y ver a Xoldamedup bastante desanimado por lo que ocurrió.— Lo sabía, sabía que no podría hacer nada que sólo sería un estorbo. — Se lamenta el anciano caballero.Ederón monta en esos momentos a Emín y lanza en mano va al encuentro del dragón. La bestia destruye casas en busca de víctimas. Pronto el muchacho le da alcance.— ¡Hey tú dragón, a ti te estoy buscando!. — Grita el joven caballero pretendiendo atraer su atención.Y así ocurre. El dragón voltea y lanza su flama. Ederón no olvida los consejos del viejo: “Los dragones no pueden lanzar su flama en un ángulo menor de 45º pues se pueden quemar ellos mismos”.Pero un ángulo más cerrado implica hacercarse mucho a ellos. Por fortuna Emín es un caballo muy rápido y además valiente que corre, en busca del corazón de la bestia.Sin embargo cuando se aproximan al dragón este retrocede teniendo así espacio para lanzar su fuego.— ¿Como es que hace eso?. Se pregunta Ederón.Entonces lo observa y se da cuenta que el monstruo tiene una herida en el costado lo cual significa que ya ha sido atacado antes y ha aprendido de esa experiencia.— ¡Ederón, hijo escúchame!. — Es Xoldamedup que en esos momentos ha llegado.— ¡Será mejor que se aleje don Xolda, este dragón es más peligroso de lo que pensábamos!.— ¡Lo se, lo se!. ¡Ya nos conocemos!. — La declaración sorprende a Ederón. — ¿Recuerdas la historia de cuando rescate a la princesa?. Pues parece que aquel engendro no murió.En eso el dragón ha reconocido a su viejo adversario y empieza ha acercársele.— ¡Dame el caballo, atraeré a la bestia y la llevaré lejos mientras los enanos se ponen a salvo!. — Ordena el anciano de una manera por demás decidida.— ¿Pero que será de usted?.— ¡Yo no importó, sólo los demás!.Todo es muy rápido, Xoldamedup montado en Emín corre haciendo que el dragón lo persiga. — ¡Sígueme lagartija superdesarrollada!. — Grita el valiente anciano como si con eso aumentara más el odio que la criatura siente por él.En el camino se encuentra con Fusseck y Cidimo.— ¡Conque aquí están, tras ellos Emín!. — Xoldamedup aprovecha para intentar lancearlos.— ¡El viejo!. ¡Y también el monstruo!. — Fusseck ya no sabe a quien le teme más.Los malvados han tenido que soltar sus bolsas con joyas para poder correr. Entonces Xoldamedup descubre un enorme silo en el que los enanitos guardan todo su grano.Se le ocurre meterse ahí con todo y caballo. El dragón rodea la estructura buscando como sacar de ahí a nuestro héroe. En eso Xoldamedup logra ver por el agujero del depósito la herida en el pecho del dragón.Con toda la decisión y la audacia de antaño, el legendario caballero toma su lanza y la hace pasar por el agujero consiguiendo así clavársela.El monstruo ruge y con sus fauces destruye la punta del silo. Más el valor del viejo no tiene limites y se cuelga de su lanza perpendicularmente para que esta se hunda más en la bestia.El dragón cae lentamente y muere. El viejo también se precipita pausadamente pero sin sufrir mayor daño.— ¡No lo puedo creer!. — Exclama Ederón al llegar y contemplar el resultado de la hazaña de Xoldamedup.— ¿Pues qué nunca prestaste atención a mis historias, creo que nada más gaste saliva contigo?. ¡Ja ja ja ja!. — El viejo esta de buen humor y no es para menos.Cerca de ahí Fusseck y su escudero deambulan sin armas, caballos ni pillaje.— ¡A buena hora te hice caso!. — Reclama el caballero a Cidimo.— ¡Pero si usted fue el que insistió en que viniéramos por las joyas!. — Argumenta el escudero.Entonces frente a ellos aparece Ederón portando su acero.— ¡Será mejor que se rindan!. — Les advierte.Ellos no tienen ánimos para seguir peleando, así que levantan las manos.De ese modo los enanitos y sus joyas quedaron a salvo, el dragón fue derrotado y los malos capturados.— Llevaremos a estos truhanes con el rey, él les aplicara un castigo ejemplar. — explica Xoldamedup a sus amigos los enanitos. Luego voltea a ver a Ederón. — ¡Ahora tengo una historia más que contar!.

Norevan De Xaltermiña

CAPÍTULO IEs el gran día de la competencia entre caballeros de Xaltermiña. Además de elegir el campeón anual, los más valientes serán nombrados Caballeros del Rey. Norevan espera vencer a todos sus oponentes y ganarse tales honores.Es lo que ha buscado toda su vida. Desde muy pequeño ha querido ser caballero para defender las causas justas. Sus padres le enseñaron que nada hay más importante que hacer el bien a los demás y quiere cumplir ese ideal.Por eso busco al mejor maestro, a Xosbei un experimentado guerrero que lo ha adiestrado para conseguir tal objetivo.— Estoy muy nervioso. – Norevan tiene razón de estarlo ya que compiten muy buenos aspirantes a guerreros.— ¡Vamos muchacho anímate! – Xosbei intenta calmarlo. — ¡Eres muy bueno así que no tienes porque preocuparte!Norevan es anunciado y sale al ruedo. Su contrincante se llama Ivoprión, es un tipo bastante mayor que nuestro amigo y de aspecto muy rudo.— ¡Regresa a tu casa niño! – Intenta amedrentar a Norevan. — ¡Esta competencia es para hombres!— ¡Te demostraré que no soy ningún niño! – Nuestro héroe no se asusta tan fácilmente.Suenan los clarines indicando que la pelea ha comenzado. Norevan cabalga ágilmente en su noble Emeth. Ambos contrincantes dirigen sus lanzas con el propósito de derrumbar a su adversario y sacarlo de la línea que habrá de dividir al perdedor del triunfador.Los reflejos del caballo de Norevan son sorprendentes. Tanto que salvan a su amo de varias estocadas. El ingenioso Norevan contaba con Emeth para eso y se ha concentrado en como derribar a su oponente.Cuando por fin nuestro amigo da la estocada, Ivoprión que demuestra que también es audaz, se aferra de la lanza consiguiendo con ello que ambos caigan de sus monturas y rueden por los suelos.Es en tal percance que Ivoprión pierde su yelmo, pero espada en mano amenaza a Norevan quien de sus armas solo ha podido recobrar un mazo con púas. Todos los presentes incluyendo los monarcas de aquel reino están a la expectativa.Entre ellos la princesa Ludemy se une al sentimiento general. Xosbei aunque le preocupa la situación de su alumno confía en cual hábil es éste con cualquier arma. Norevan mira fijamente a su contrincante, no ve en él ninguna señal de que quiera darse por vencido; finalmente el alumno de Xosbei suelta el mazo y todos los espectadores callan.Xosbei no puede entender lo que está pasando, esperaba que Norevan siquiera hubiese intentado algo, cualquier cosa en vez de desistir.— ¡Es un cobarde! – Comenta el Rey muy indignado. — ¡No quiero a un tipo así entre mis caballeros!— ¡No creo que en realidad sea un cobarde! – Exclama para sus adentros la princesa Ludemy.Más tarde Norevan encuentra a su mentor en las caballerizas muy triste.— ¿Por qué no lo hiciste hijo? – Reclama Xosbei. — ¡Pudiste haberte esforzado un poco más!— ¡Pero es que él no traía yelmo! – Se justifica nuestro amigo. — ¡Lo hubiera lastimado con mi mazo!— ¿Qué estás diciendo? ¡No importaba eso, tu deber era ganar!— ¡No era más que una competencia! ¿Por qué alguien debía salir herido?— ¿Solo una competencia? ¡Lo dices como si no tuviera importancia! ¡Hoy mismo te hubieran nombrado Caballero del Rey!— Pues será para el próximo año.— ¡No, ya no habrá más oportunidades para ti!— ¿Cómo? ¿Por qué?— ¡Para el Rey eres un cobarde y no quiere que vuelvas a competir!Tras decir esto Xosbei se dirige a la salida sin querer ver a su alumno. Más pronto volteas hacia Norevan.— Puedes seguir entrenando conmigo. – Ofrece el maestro. – Quizá tengan lugar para ti en el ejército.Una vez que su maestro se ha marchado nuestro amigo decide hacer algo para no pensar en el asunto, como premiar el buen comportamiento de Emeth con un poco de azúcar, así que se introduce en las viviendas de los encargados de las caballerizas.Entonces encuentra a dos mujeres, una muy madura y otra joven y bonita; al principio le llama la atención lo atenta que es la primera con la segunda hasta que Norevan reconoce a esa muchacha.— ¡Princesa Ludemy! – Está bastante sorprendido. — ¿Qué hace su alteza en un lugar como éste?— Se equivoca joven, ella no es más que una pariente lejana. – Asegura la mujer mayor al tiempo que se empeña en mostrar el cesto de panecillos para que la “parienta” señale uno mismo que la anfitriona coloca en el plato de la muchacha junto al té.— Pues atiendes muy bien a tus parientes. – Ironiza Norevan que no ha creído lo que le han dicho.Entonces la muchacha en un intento de demostrar que no hay privilegios para ella toma la tetera e intenta servirse ella mismas, pero sus manos son muy delicadas y no soportan ni siquiera lo tibio de la agarradera, por lo que se quema y suelta el traste derramando el té en la mesa.— ¡Aaaaayy! – Grita la chica al quemarse.— ¡Permítame su alteza! – Sin querer la otra mujer la ha descubierto al quitarle el trapo con el que pretendía limpiar.— ¡Está bien soy la princesa! ¿Contento? – Se dirige a Norevan.— ¡Pero mi señora! ¿Qué hace en un lugar tan humilde?— Me gusta andar de incógnito y conocer los problemas de mi pueblo.— ¿Incógnito con esas ropas? – Norevan se refiere a que las vestimentas que usa la princesa son más finas que las que visten el común de las plebeyas.— ¿Qué tienen mis ropas?— Pues que no la ayudaran a pasar por gente del pueblo, pero estoy seguro que su amiga tendrá algo más apropiado.— ¿En verdad lo tienes mi querida Maepusa?— Sí su alteza pero…Luego de un rato aparece la princesa ataviada con prendas muy humildes.— ¿Cómo me ven, ahora sí parezco cualquier persona?— Me temo princesa que su belleza tan excepcional y sus finas maneras la descubririan.— ¿Crees entonces que si anduviera así por la calle la gente sabría quién soy?— Pues podemos hacer la prueba si usted acepta.— acepto.Después de encargar a Emeth con los criados de la cuadra Norevan acompaña a Ludemy en su aventura, la princesa se ve feliz por andar fuera de palacio; para Norevan esto solo es un capricho de la hija del Rey y está dispuesto a darle una lección, tras caminar un largo trecho llegan a la humilde casa que comparte con Xosbei.— ¡Maestro venga a ver a quién he traído! – Se anuncia Norevan.— ¿Quién es ella? – Inquiere el anciano.— Es una muchacha para que ayude en la casa.— Hijo tú sabes que no podemos pagarle mucho.— No importa, no creo que ella nos cobre caros sus servicios.— Bueno muchacha haznos de comer y el trabajo será tuyo.Ludemy está muy desconcertada pero al ver el gesto de burla de Norevan acepta el reto, entonces abre una ventana creyendo que es una alacena.— Como verá maestro la muchacha no parece tener mucha experiencia.— Está bien, una experta cocinera nos cobraría demasiado.La princesa ha encontrado algunas verduras y carne seca, se pone a cortar todo después de encender el caldero en la chimenea; Norevan no puede negar que Ludemy se esfuerza mucho en su tarea, terminando de cortar todo lo vacía en el caldero y se queda atenta a que el agua hierva.— Ya está la comida. – Anuncia la incipiente cocinera.— ¡Qué bien ya tengo hambre! – Expresa Xosbei.El guisado se ve apetitoso por lo que Norevan le da un sorbo a su plato, sin embargo es lo más horrible que el joven haya probado en su vida.— ¡Delicioso! – De manera increíble a Xosbei parece haberle gustado. — ¡Muchacha el trabajo es tuyo!Un gesto de triunfo se asoma en el rostro de la princesa, Norevan no puede creer que Xosbei haya aceptado contratarla.— Bueno mañana temprano. — La princesa ha logrado hacerse pasar por una persona común, Ludemy limpia un poco el cuarto antes de irse y como se agacha a recoger la basura le muestran la escoba y entonces la utiliza como una pala.— ¿En verdad le gusto la comida? — Inquiere Norevan sin que la princesa lo escuche.— En la guerra he comido cosas peores.— ¿Entonces porque la acepta?— ¿Qué crees que no se quien es ella?— ¿Lo sabe? — ¡Claro! ¡Es tan bella! ¡Ella es la mujer de tu vida!— ¿Pero qué cosa es la que esta diciendo?— Vamos, no tienes porque fingir conmigo: si a leguas se ve que estas loco por ella.— ¡No maestro aquí hay un error!— Si, el error es ese. Que en ves de atreverte a decirle lo que sientes por ella, la traes a trabajar aquí con tal de poder verla todos los días.— He terminado. – Anuncia la princesa.— La acompañare. – Se ofrece Norevan.— ¡Yo se cuidarme sola!Una vez que Ludemy ha salido Xosbei le hace señas al muchacho para que la siga. Norevan no sabe bien porque obedece.— ¡Te dije muy claramente que puedo cuidarme sola!— No la estoy cuidando su alteza lo que pasa es que vamos en el mismo camino.— No me sigas llamando “su alteza”, recuerda que debes guardar mi secreto.— Está bien, si me otorga la gracia le hablare en forma familiar.— Dime una cosa caballero.— No, no soy caballero y quizá nunca lo seré; puedes llamarme Norevan.— Esta bien Norevan, tu tienes algo en contra mía. ¿No es así?— Mi querido maestro Xosbei me he inculcado espeto y lealtad a mi Rey y a su familia. Pero como una apreciación personal creo que eres una niña caprichosa que se burla de la gente humilde. ¿Qué ya no hay bufones en palacio?— Eso que has dicho merecería que mandase a que se te aplicara un fuerte correctivo. Sin embargo te he otorgado la gracia y te la respetaré. En cuanto a lo que dices estas equivocado, quiero y respeto a la gente humilde y aunque no lo creas también la admiro.Norevan se sintió intrigado ante las palabras de la princesa.— La admiro porque sin tener sirvientes ni ningún poder puede valerse por si misma. Mi meta ha sido la de conseguir una completa independencia.Lo que la princesa dice parece tan sincero que Norevan está a punto de creerle. Se están internando en el bosque, quizá porque Ludemy acostumbrada a andar en los jardines de palacio no se imagina que se estén alejando de la población.Aprovechando esto y persistiendo a su intento de darle un escarmiento no quiso decirle nada hasta que ella misma le pidiera ayuda. Sin embargo como ella seguía caminando muy quitada de la pena llego el momento en que él tuvo que decir algo.— ¡Princesa… ¡— ¡Te he dicho que no me llames así!— ¡… de todos modos nadie puede oírnos pues estamos perdidos!Buscaron el camino de regreso al pueblo sin obtener resultados satisfactorios. De pronto vieron una pequeña casa en la subida de un monte. Hacía allá se dirigieron.— ¿Hay alguien aquí? — Inquiere Norevan al tocar la puerta.Como no hay respuesta abre la puerta y ambos se introducen. En el lugar les resulta bastante extraño, hay libros viejos por todas partes y toda clase de artefactos extraños.— ¿Quiénes son ustedes y que buscan aquí? — Es un viejo decrépito el que les habla.— Ella es… – Norevan intenta presentar primero a la princesa como es debido, pero es interrumpido por ella.— Ludemy, una humilde ama de llaves.— Este sí y yo soy Norevan aprendiz de caballero; resulta que nos hemos perdido y queremos preguntarle el camino de regreso a Xaltermiña.— Si se van derecho con mi casa a sus espaldas, encontraran la vereda que han hecho los comerciantes que van a ese poblado, síganla y llegaran allá antes que anochezca.— Gracias por su información. ¿Pero díganme es usted un mago? Es que veo símbolos esotéricos por todos lados.— Sí, soy el gran mago Naasmo. ¿Habrán escuchado de mí?— La verdad es que yo no. ¿Y tú Ludemy, ya conocías al señor?— Pues no, y eso que de niña escuché muchos relatos sobre magia.— ¿Cómo es posible? – Se lamenta el mago. — ¿Acaso ya me han olvidado? ¡Es qué llevo mucho tiempo aquí apartado de todos! ¡Oh que pesar me da!Mientras Naasmo hace todo ese tango, nuestros amigos curiosean entre los artefactos mágicos, Norevan encuentra entonces un péndulo.— ¿Y esto qué cosa es?— Es un medidor de poderes mentales, si tuvieras alguno el péndulo lo indicaría.— ¡Mire, se esta moviendo! – Exclama Norevan al ver unos ligeros zigzagueos por parte del disco colgante.— Pues no te entusiasmes mucho, todo mundo tiene un poco de poder, pero sólo unos pocos somos capaces desarrollarlos ampliamente. Pero de que te sirve si al final te olvidan y… — ¿Y qué tal le parece esto? – Los Zigzagueos son cada vez más fuertes hasta que de pronto y por sólo un segundo el disco queda levitando.— ¡Hijo significa que puedes llegar a ser un gran mago! – Naasmo está impresionado — ¡Permíteme adiestrarte!— ¡Que bien, eso sería fabuloso!— ¿No que quieres ser guerrero? – Inquiere la princesa.— Sí, quiero ser guerrero, pero en mi tiempo libre puedo aprender magia.— ¡No, esto debe ser algo para ti más que un pasatiempo! – Explica el mago. — ¡Si quieres que te dé de mis conocimientos tienes que olvidarte de las armas y dedicarte de lleno a aprender!— A Xosbei no le gustaría eso.— Tienes que tomar una decisión.Después nuestros amigos emprenden el camino de regreso.— ¿Qué tanto piensas? – Pregunta Ludemy.— Es que no se, quiero ser caballero, lo he deseado toda mi vida, pero el descubrir que tengo talento para ser mago me inquieta.— Pero si llegas a ser mago te puede pasar lo que a Naasmo, serias olvidado por todos.— No es fama lo que busco, sino poder servir a los demás.— Nunca he oído que un mago haga algo bueno por otros.— Pero teniendo el poder yo si lo haría.— Es mejor que sigas tu camino como caballero.— ¡Claro y ahora que tu padre me ha prohibido participar en lo torneos!— ¡No abuses de tu Gracia!Pronto encuentran la vereda de la qué le habló Naasmo, con ella llegan a la población y después a palacio. Norevan esta por llamar a las puertas reales para que entre por ahí la princesa pero ella lo detiene.— Entraré por las caballerizas. – Aclara Ludemy.La princesa va a buscar a su amiga humilde para que la ayude a introducirse al palacio y Norevan quiere recoger su caballo y su equipo. Por un momento ambos voltean a verse como para despedirse.Finalmente guardan silencio y continúan sus distintos caminos.Más tarde cuando ha oscurecido, en otro lugar, un precipicio frente a una montaña con muchas cuevas que aparecen cuencas cadavéricas, un caballero se inclina en el borde.— Señor de la Tinieblas soy tu humilde vasallo que una vez más te implora por ese pacto que firmamos.— ¡Ekaddar! ¿Cómo te atreves a pedirme cuentas a mí? ¡Se bien cual ha sido mi palabra, en cambio tu al parecer no!— ¡Pero mi señor, yo si he cumplido; con mi ejercito he peleado por el mal!— ¿Pero cuanto mérito tiene asolar pequeñas aldeas y aterrorizar campesinos?— ¿Me pides entonces un reto mayor?— ¡Así es!— ¿Qué te agradaría que hiciese?— ¡Que conquistes un reino! ¿Qué tal el de Xaltermiña?— Partiré de inmediato hacia allá.Al día siguiente Norevan se levanto temprano como todas las mañanas, para preparar el desayuno para él y su maestro.— ¿Qué no va a venir hoy la muchacha? – Inquiere Xosbei.— No lo creo. ¿A poco no se dio cuenta de quien era en realidad?— Pues no se a que te refieras.— Era la princesa Ludemy.— ¿Pero qué dices hijo?— ¡Es cierto la princesa se divierte mezclándose entre gente del pueblo!— Lo dices como si eso te hubiese dolido.— ¡Es que…!En eso llega Ludemy.— Disculpen por la tardanza pero es que no daba con la casa.— Su alteza, por favor siéntese en un momento le serviremos algo! — Xosbei se porta atento pues conoce la identidad de su ama de llaves.— ¿Así es como guardas mi secreto? – Ludemy le reprocha a Norevan.— ¡Es qué tienes que dejarte de juegos y madurar una vez por todas!— ¡Como te atreves a hablarme de esa forma a la hija del Rey! —Reprende Xosbei.— Es que ella me dio esta Gracia.— ¡Sí pues olvídala, de ahora en adelante ten cuidado con lo que dices!En eso se escuchan los clarines de los guardias que vigilan la entrada al reino.— ¡Nos invaden! —Alerta Xosbei.Tanto el maestro como el aluno se ajustan a sus armaduras y preparan sus armas.— ¿Tendrán una espada para mí? —Inquiere la princesa. — ¡También quiero pelear— ¿Qué? ¿Esta usted loca? – Norevan esta muy disgustado con Ludemy. — ¡No tiene usted idea de lo que es la guerra!— ¡Es una orden, denme un arma!Nuestro amigo carga con la muchacha y la encierra en el sótano.— ¡Sácame de aquí, mira que voy a castigarte por esto!Ni siquiera Xosbei puede reprocharle su actitud a Norevan. Después de todo puso a salvo a la princesa.Los dos guerreros encuentran a un contingente de bravos caballeros que se dirigen a proteger el palacio.— ¡Debemos ayudar mejor a los del pueblo! — Sugiere Norevan a su maestro.— ¡No, nuestro deber principal es defender al Rey y a la reina! Ordena Xosbei.— ¡Pero en el palacio hay guardias!— ¡Si pero no será suficiente los clarines anuncian un enorme ejercito!— ¿Pero que será de la pobre gente?— ¡El Rey es más importante!— ¡No lo entiendo, pero usted es mi maestro así que lo obedeceré!Con una fiereza sin igual Norevan alcanza a los demás caballeros y se sitúa al frente de ellos.La batalla frente a palacio es encarnizada, son muchos los soldados invasores aún así los caballeros son leales al Rey y luchan con gran valor; Ivoprión, quien fuese contrincante de Norevan en el campeonato, es superado por un caballero invasor que en un entrecruzamiento de sus hierros hace que pierda su arma.— ¡Mejor pelea conmigo! — Es Norevan el que reta al caballero malvado mostrando una gran destreza en el manejo de la espada, nuestro amigo logra encajar su acero en una hendidura de la armadura del enemigo. Ivoprión queda perplejo al contemplar tal hazaña.Acto seguido atiende al general que comanda la defensa.— ¡Los invasores se han introducido en el palacio y nos impiden el paso, sólo podemos entrar unos cuantos si los demás nos abren el paso: pido voluntarios pero les advierto que podríamos no salir vivos!— ¡Puedes contar con mi espada! – Norevan se ofrece.De esta forma un grupo de soldados pelea con los invasores que resguardan la entrada, y unos de ellos los más valientes se introducen pero adentro tienen que enfrentar a más enemigos.Son muchos los soldados invasores pero los caballeros pelean con gran valentía, sin embargo al ver los daños en palacio y sobre todo los tronos vacíos y derrumbados bajo los pies de Ekaddar, su ánimo tiende a caer.Uno tras otro aquel puñado de nobles guerreros va cayendo. El que aún continúa peleando con todo lo que da es Norevan. Ekaddar se da cuenta de cuan empeñoso es el joven.— ¡Soldados retírense, déjenmelo a mí! —Ordena Ekaddar. — ¡Pero si eres un cadete, espero qué logres darme batalla muchacho!— ¿Quién eres?— ¡Ekaddar, nuevo monarca de Xaltermiña! ¡Ahora dame tu nombre!— ¡Norevan, discípulo del gran Xosbei!— ¡Conque un aprendiz de guerrero!Sus armas se entrecruzan, pelean con gran fiereza; Ekaddar, ha peleado con cientos de hombre y nunca se había topado con un oponente tan diestro. — ¡Eres buen peleador! — Acepta el villano sin dejar de pelear un momento. — ¡Sería una lastima matarte cuando podrías ser de los míos!— ¡Eso nunca!— ¿No ves que tu causa ya no tiene sentido? ¡Tus Reyes están prisioneros y pronto también lo estará el resto de la familia real!De pronto Norevan cae en la cuenta de que se refiere a la princesa, mientras ella siga libre estará cumpliendo con la misión de Xosbei. ¿Pero que tan segura esta en donde la dejó?Nuestro héroes de pronto da la espada a su adversario que esta a punto de darle un estocada mortal, pero se detiene intrigado por la actitud de Norevan; el muchacho salta por una ventana hasta un árbol, se descuelga y luego derrota a los enemigos que le cubren la salida.— Huyó, después de todo resulto ser un cobarde. – Comenta uno de los esbirros de Ekaddar.— No lo creo. –Responde el villano. – Más bien pienso que él sabe el paradero de la princesa, has que lo sigan sin que se de cuenta.Sin sospechar el siniestro plan de Ekaddar, Norevan se reúne con Xosbei en las trincheras. — ¡Pronto maestro, tenemos que ir por la princesa y ponerla a salvo!Xosbei ni tiempo tiene de preguntar ambos caballeros emprenden la marcha al pueblo y a distancia un hombre a caballo y sin armadura los sigue.Mientras tanto Ludemy se aburre de lo lindo en el sótano, no tiene idea de todo lo que esta pasando afuera, de pronto oye que están forzando la puerta; por fin la han abierto, son soldados enemigos.— ¡Mira nada más que preciosidad! —Exclama unos de ellos al ver a Ludemy.— ¡Nos pagaran muy bien por ella si la vendemos como esclava! –Así de perversos son.Ambos son mercenarios y no les importa que fin tenga esa guerra, lo único que quieren es un buen botín; de esa forma cargan con la princesa quien es incapaz de defenderse de aquellos facinerosos.Ludemy es amordazada y subida a una carreta cargada con otras cosas saqueadas, la atan a las tablas de la carreta para que no pueda moverse, a los pies de la princesa está un costal con un pequeño orificio por donde se le sale el grano.Entonces Ludemy tiene una genial idea, con sus pies empuja el costal de modo que quede acostado y el grano caiga fuera de la carreta; los malos no se han dado cuenta de esto y se ponen en marcha dejando un rastro que va desde la casa de Xosbei y Norevan.Maestro y alumno llegan después buscando a la princesa, cuando descubren el rastro por las huellas de la carreta lo deducen todo. Se ponen en camino. Al entrar en el bosque la carreta de los rufianes da un brinco por lo accidentado del camino y cae el saco que iba dejando el rastro. Luego empieza a llover y con eso también se borran las huellas de la carreta.Norevan y Xosbei descubren el saco cuyo grano los guiaba, aún así continúan buscándolos. Más adelante los raptores de Ludemy ven al mago Naasmo cargando algunas de sus pertenencias, libros principalmente, pues está enterado de la batalla que se libra en Xaltermiña.— ¡Hey tú, viejo! ¿Qué llevas ahí? — Le preguntan los saqueadores.— ¡No les importa! – Contesta el mago. Los forajidos se burlan y Naasmo les hace un ademán.— ¡Ecsedefecse! — Pronuncia una palabra mágica.Entonces los mercenarios se elevan por los aires.— ¡Aaaaaaaaayyyyy! — Gritan llenos de pánico.Finalmente quedan colgados de las ramas de un árbol. Después Naasmo encuentra a la princesa.— ¡Oh mi niña! ¡Malditos sean esos tipos que pretendían hacerte daño!— ¡Gracias por su ayuda! –Ludemy es liberada.— Será mejor que vengas conmigo.De rato Norevan y su maestro encuentran la carreta y a los malosos todavía colgados del árbol.— ¡Dime donde esta la muchacha que capturaron! — Norevan tiene a uno de los raptores que esta de cabeza, con el filo de su espada en el cuello.— ¡No sabemos un mago se la llevo, el nos coloco aquí!— ¿Un mago? ¡Quizá se trate de Naasmo! —Deduce NorevanMientras el espía de Ekaddar ha escuchado lo acontecido y sin que lo vean nuestros amigos parte a darle a darle parte a su amo. Cuando Ekaddar se entera:— ¿Con que un mago? ¡Están interfiriendo fuerzas superiores en este asunto, creo que tendré que pedir un poco de ayuda!

Un Hogar En Los Confines Del Espacio

CAPITULO ILa nave tiene incrustados unos enormes asteroides, removerlos no será nada fácil;pero nuestros amigos cuentan con cañones sónicos que harán vibrar tales piedras. Son cinco astronautas los que realizan la labor, todos ellos adolescentes.Uno de ellos es Narciso Guzmán “Chicho” jovencito de apenas 13 años, quien aun no sabe manejar bien sus propulsores; Están por sacar una colosal roca. Sorpresivamente el asteroide sale disparado impulsado por gases del interior de la nave, los muchachos reaccionan alejando de la trayectoria de la piedra.Pero Chicho se ha quedado dando volteretas y al parecer no podrá evitar chocar contra la torre de la nave, por un pelito de rana calva logra salvarse; ha vuelto a tomar el Control de sus propulsores y todo parece estar bien. En eso distingue en la pared de la Nave una sombra que no es suya, pues es más grande y feroz.Es un semkar, horrible criatura antropomórfica enfundada en traje espacial Artillado (cosmocomando), Chicho grita con todas sus fuerzas; Tan grande es su espanto que sale de la realidad virtual agitado y lleno de sudor , Chicho esta en la cabina . Se despega una diadema con alambres que tenia sus sienes y voltea a ver sus compañeros que aun continúan sumidos en su trace cibernético. Checa su rendimiento en una pantalla , su efectividad se fue picada desde antes que apareciera el semkar; con ello constata una vez mas que lo suyo no es la exploración espacial. En este tiempo del 2232 parece que no hay otra opción para l os jóvenes que remontarse hacia lejanos mundos, se piensa que es el deber de nuevas generaciones continuar con la expansión que la humanidad ha logrado en el cosmos. Pero Chicho sueña con otra cosa, el desea ser naturalista; desde que llego a este planeta, al que han bautizado como Roig en honor al mirante que lo descubrió Ernesto Roig, ha quedado fascinado con la vegetación y los animales que han sido captados en las fotografías de los robots escudriñadores. Todos los días observa desde una ventana de la base FTZL3000 ROIG, el paisaje de aquel maravilloso planeta; desgraciadamente ha crecido escuchando siempre lo mismo “Colonizar es para los viejos”. No por nada el lema de la comunidad espacial reza así “De los jóvenes es el heroico papel de viajar al infinito”. Hasta el papá de Chicho desaprueba sus anhelos, pues el quiere que su hijo asegure un futuro socialmente aceptado; el buen hombre se dedica ha dar mantenimiento a los robots y vive con el temor de que algún día estos se auto reparen como ya ocurre en La Tierra y en otras colonias espaciales, lo que lo dejaría sin trabajo. Al otro día Chicho emprende con su acostumbrado desanimo, el camino a los cubículos de realidad virtual; ahí encuentra a sus compañeros que extrañamente traen consigo unas mochilas.—¿Para que es ese equipo? — Inquiere nuestro amigo. — ¡Hoy vamos ha entrar a la realidad virtual! — Anuncia fausto vida el líder del grupo— haremos algo mejor saldremos de la base.— ¿Qué dices? — se sorprende Chicho — ¿Pero si esta prohibido salir? ¡Además es peligroso, recuerden a los gruñones! Los gruñones (bautizados así por un improvisado zoólogo) son criaturas de 3 Metros con largos colmillos, cuernos en la cabeza y en la punta de la cola; pese a su grueso y encrespado pelo se les ha clasificado como reptiles.—¡No hay porque preocuparse por los greñones! — Afirma Erika Ortega, una de las 2 jovencitas ahí presentes. – No olviden que toda el área esta cercada eléctricamente.— Aún así esperamos ver uno aunque se desde lejos. – Agrega Antonio Herrera “Toño”.— ¿Porqué no vienes con nosotros? – Sofía Hernández invita a Chicho.— ¡Él no vendrá porque es un cobarde! — Se burla Eusebio López.— ¡No soy ningún cobarde! –Protesta Chicho.La idea de salir y poder ver de cerca de la naturaleza es muy atractiva para nuestro amigo.— ¡Iré con ustedes! – Afirma Chicho. — ¿Pero como saldremos de la base?— Eso ser fácil. – Dice Fausto. — ¿Ves esa tarjeta? Es para subir a la pista de despeje.— ¿Vamos a robar una nave? – Inquiere Chicho sorprendido.Pero lo que los chicos hacen en realidad es subir a la pista situada del techo, y deslizarse por los relieves con forma de trampa de las paredes exteriores de la base.Chicho no puede creerlo, es la primera vez en su vida que ve, siente y huele el pasto. Impresionado por todo lo que captan sus sentidos recorre por unas horas el área, esto en compañía de los demás niños. Pero ellos no tienen el mismo fervor que Chicho hacia la naturaleza y acostumbrados por la realidad virtual fuertes emocionantes no tardan en aburrirse.— Ya quiero ver uno de esos greñones. – Comenta Erika.— Tal vez si nos subimos a esa Torre de vigilancia los podremos ver. – Sugiere Fausto.Las torres son pequeños edificios entre las cercas electrificadas, desde ella se ve tanto el interior de la zona como el exterior; aún no se asignan vigilantes por lo que nunca están ocupadas. Nuestros amigos entran a la torre usando la misma tarjeta con la que salieron de la Base.Ya arriba observaban con unos binoculares, el turno es de Toño quien dirige los prismáticos hacia el monte cercano.— ¡Por todas las supernovas! —Exclama el muchacho!Cada uno de los jovencitos ve por los binoculares y todos ellos reaccionan con asombro. No muy lejos de ahí entre exuberantes plantas, se encuentra una antigua ciudad.— ¿Cómo puede ser posible? —Exclama Chicho. — ¡Nos habían dicho que en este planeta no existía vida inteligente!— Quizá ya se extinguió. – Sugiere Sofía. – Por lo deterioradas que están esas construcciones me imagino que han de tener miles de años.— ¿Pero porqué no nos han informado de esto? —Pregunta Chicho.— Talvez nosotros somos los descubridores. – Opina Fausto.— ¿Estando tan cerca de una torre de vigilancia no la habían visto? ¡Por favor! —Irónicamente difiere Chicho.— Bueno lo importante es que están ahí. – Expresa Erika. — ¿Porqué no vamos a allá?— ¿Bromeas? ¡No podemos salir del área, afuera hay greñones y quizás otros peligrosos! –Advierte Chicho.Pero ninguno le hace caso al cauteloso muchacho, todos bajan de la torre y salen del área protegida; Chicho los sigue pues también le fascina la existencia de esa ciudad. Escarpar aquel monte se dificulta con tantas plantas que han crecido ahí.Nuestros amigos no han experimentado en sus rutinas de realidad virtual nada parecido a esto, pero son muy ingeniosos y decididos, quien en un principio pasa apuros para abrirse paso entre la vegetación es Chicho, pero para él es más gratificante el esfuerzo pues esta en medio de la naturaleza que tanto ama. Siente que en este medio podría hasta superar a sus compañeros. Han llegado por fin a la misteriosa ciudad, recorren las calles de piedra en donde también han crecido plantas; entran a lo que parece ser un majestuoso templo, traen una cámara con la que pensaban filmar a los greñones y que ahora les sirve para obtener un gran material. En este templo los dibujos de las paredes dan cuenta de que esa ciudad estuvo habitada por seres humanos.En un altar hay una estatua que les llama poderosamente la atención.— ¡Miren, parece un astronauta! – Sugiere Sofía. — ¡Trae puesto un traje espacial!— Así parece, pero no es humano. – Hace notar Chicho. –Y tampoco es un semkar.— ¡Vean nada más que casco! – Exclama Fausto. — ¡Este amigo contaba con tecnología de primera!Otras figuras similares se encuentran en otros altares y hasta hay dibujos de sus naves.— Quizá estos seres llegaron de otro planeta y los nativos los confundieron con dioses. – Plantea Chicho.— ¡Pues qué tontos, yo no habría creído eso! — Afirma Erika.Viendo los dibujos hay algo que no pueden dejar de notar.— ¡Rakalens! –Exclama Chicho.— Parece que también llegaron aquí. –Sugiere Fausto. – No creí que tuvieran tanto tiempo viajando por el espacio.— Entonces si los tipos de los nichos eran los dioses, estos otros fueron los demonios. – Deduce Sofía.Y siguen especulando por un buen rato.— Bueno creo que ya han sido suficiente por hoy. ¿Qué tal si regresamos a la base?— Propone Chicho.— ¿Pero aún no hemos visto a los greñones! – Reclama Fausto.— ¡Precisamente allá hay uno! — Señala Eusebio quien observa por una ventana con los binoculares.— ¡No esta muy lejos! ¡Vamos! — Propone Erika.Todos los muchachos menos Chicho corren al encuentro de la colosal bestia.— ¡Tontos, no ven que acercarse mucho a esos animales es peligroso! —Trata de advertirles nuestro consciente amigo.Pero los desenfrenados chicos no lo escuchan, Chicho decide regresar sólo a la base. Para eso encuentra un camino despejado de hierba; sin embargo bajando el monte encuentra un pantano, parece imposible atravesar por ahí.Chicho se sujeta de un árbol zarandeándolo un poco, de pronto de dicho árbol sale una parvada de insectos con alas de murciélagos que mueven como colibríes, estos se abalanzan sobre el niño; nuestro amigo corre desesperadamente perseguido por el furioso enjambre y no ve cuando cae el agua.Chicho nunca había estado entre tanta agua así que no sabe nadar y se hunde, el muchacho parece estar irremediablemente perdido; de pronto siente un brazo que lo sujeta y lo jala hacia la superficie, alguien lo ayuda a salir a tierra firme.Chicho no trae puestos sus lentes y no ve claramente a la persona que lo salvo, afortunadamente usa cadena para asegurar los anteojos; por fin se los pone y no puede creerlo, ante él esta una chica desconocida. La muchacha tiene 1 ó 2 años más que el, viste una túnica parecida a las que aparecen en los dibujos del templo y está descalza. Por supuesto que no es de la base.— ¡Ji ji ji! — Ella ríe alegremente.Luego se aleja deteniéndose un momento para sonreírle por última vez desderetirado, por fin se pierde en la selva; nuestro amigo ha quedado anonadado. ¿Pero quién es esa chica?... Nadie ha reportado vida inteligente y mucho menos humana.— ¡Es tan hermosa! — Piensa Chicho. En eso llegan los demás.— ¡Miren aquí está! — Avisa Fausto a los otros. – Así que te dabas un baño mientras nosotros te buscábamos como locos.— ¡Muchachos no van a creer lo que pasó! — Anuncia Chicho lleno de entusiasmo. — ¡Vi a una chica nativa!— ¿Una chica? ¿Nativa? — Expresan casi a coro los recién llegados.— Para mí que alucinas. – Comenta Toño.— Han de ser las hormonas. – Sugiere Erika.Es inútil para Chicho convencerlos de lo que pasó. Por fin deciden regresar a la base pasando por la torre al otro lado de la cerca electrificada.

Algunos Escritos

Además de escribir guiones también he incursionado en la literatura y a continuación arriba verán unas muestras de ello.

Friday, October 27, 2006

Las frases que he inventado

Como no conozco a nadie más que invente frases entonces voy a presumir aquí que yo sí he concebido algunas cuantas. Los primeros intentos los hice en la secundaria y pues no cuajaron muy bien que digamos, pero fue mucho tiempo despúes que lo volví a intentar esto porque andaba tras una chica que gustaba de apuntar frases a las que le tenía gran estimación y así para impresionarla llevaba todo comentario a una conclusión rimbombante que sonara a frase que esta amiga llegó a anotar un par de veces; pero lo curioso es que aquello empezó como un accidente, veran hablabamos de fe y entonces yo mencioné que LA FE ES COMPROMETERSE CON AQUELLO EN LO QUE SE CREE y ella lo apuntó en su cuaderno lleno de citas de Socrátes, Confucio, Freud, etc.

Otra cosa más curiosa es que aquella que considero mi mejor frase: EL ARTE MÁS QUE INSPIRADO DEBE SER INSPIRADOR, esta chica que les digo no la apuntó. Y bueno yo no había tratado de hacer más frases hasta que en la primer versión de Los Pequeños Contactos pensé que los extraterrestres buenos algo tenían que decir y como QUE LA FUERZA TE ACOMPAÑE estaba ya usada revisé mis notas y en un autoanálisis de la historia propongo: VALE MÁS LA SENSIBILIDAD QUE LA FUERZA pero como muchos consideran a la sensibilidad como debilidad tuve que hacerle un arreglo: SER SENSIBLE ES PARTE DE SER FUERTE.

Pedro.

Saturday, October 21, 2006

Un largo camino por recorrer

Un problema que como guionista tengo es conseguir dibujantes para realizar los proyectos, si bien no puedo quejarme de contar con la ayuda de excelentísimos talentos por lo mismo que son buenos el mundo los reclama; de modo que para tener total control sobre mis proyectos es que estoy tratando de aprender a dibujar pero como ustedes mismos notarán en los trabajos que voy a mostrarles a continuación arriba todavía me falta bastante.

Wednesday, October 18, 2006

Los Pequeños Contactos XXX

Los Pequeños Contactos XXIX

Los Pequeños Contactos XXVIII

Los Pequeños Contactos XXVII

Los Pequeños Contactos XXVI

Los Pequeños Contactos XXV

Los Pequeños Contactos XXIV

Los Pequeños Contactos XXIII

Los Pequeños Contactos XXII

Los Pequeños Contactos XXI

Los Pequeños Contactos XX

Los Pequeños Contactos XIX

Los Pequeños Contactos XVIII

Los Pequeños Contactos XVII

Los Pequeños Contactos XVI

Los Pequeños Contactos XV

Los Pequeños Contactos XIV

Los Pequeños Contactos XIII

Monday, October 09, 2006

Los Pequeños Contactos IV

Los Pequeños Contactos III

Los Pequeños Contactos II

Los Pequeños Contactos I


Hace ya un par de años nos invitaron a participar en la sección dominical del períodico El Heraldo de San Luis Potosí con la única condición de que el cómic fuera familiar y se ambientara en tierras potosinas, aproveché entonces y adapté un proyecto que traigo desde hace varios años y que había intentado publicar por otros medios, otros artistas e incluso estaba preprando versiones para novela, cine y animación; se trata de Los Pequeños Contactos la historia en la que más fe tengo y que incluso ahora forma parte de un proyecto ambicioso del cual a su debido tiempo daré detalles, pero por ahora disfruten de esta versión magníficamente ilustrada por Jorge Tulteca.

Thursday, October 05, 2006

Bruja II


Bruja I



Una manera de obtener inspiración es trasladar una vivencia personal a un escenario fantástico o simplemente diferente al que nos rodea, así una vez al sentirme enojado y lleno de esa carga de adrenalina pensé que sería capaz de hacer lo que en un estado calmado no haría, luego concebí que un practicante de magía que no ha tenido todavía la suficiente diciplina para utilizar sus natos poderes a voluntad bien podría hacer uso de ellos en un estado tremendo de enojo; las ilustraciones que presento a continuación son las que de un mismo guión mío hicieron Miguel Ángel Hernández Cedillo y El Trucu para otra participación en una dinámica más del foro ipsofacto.

Wednesday, October 04, 2006

Gremlin

Otra participación mía en la dinámica de Ipsofacto, muy chido el dibujo de Mass.

Siempre busco escribir la historia más original, crear un verdader paradigma aunque claro tarde que temprano me entero que mi idea ya había sido publicada de una manera quiza no igual que como había pensado pero sí en escencia; ahora bien no corresponde a mi dar a conocer la similitud de mi obra con la ya existente así que ahí les dejo de tarea que adivinen el precedente de ésta que aquí muestro que presente en una dinámica del foro de ipsofacto y que dibujo de manera esplendida Moramique.

Tuesday, October 03, 2006

La Tremenda Valkyria IV

La Tremenda Valkyria III

La Tremenda Valkyria II

La Tremenda Valkyria I


Soy gran admirador de Víctor Hernández y de su chistosísima Gehenna Triki Trake a tal grado que siempre quisé homenajearlo con un personaje similar y tuvé la oportunidad cuando nuevamente mi amigo Miguel Ángel Mar me ofreció un espacio dentro del fanzine Otaku Zone; quería pues crear algo similar a la gûera de rancho y sobre todo que tuviera un nombre tan temible como el de Gehenna que alude al infierno, en esas estaba cuando en el radio escuché la marcha de Las Valkyrias de Wagner y me estremecí tanto que decidí ponerle Valkyria a mi niña terrible, sé que no le llega a los zapatos a la creación de don Vic Yepa Yepa pero el arte de Sergio Rivera ayuda mucho.

Cazadores De Lobos V

Cazadores De Lobos IV

Cazadores De Lobos III

Cazadores De Lobos II